
De acuerdo a los entrenamientos que ha realizado esta semana el estratega nacional, Marcelo Bielsa, en el búnker de Juan Pinto Durán, la probable formación de la Roja de Todos, será con Claudio Bravo en la portería; una línea de tres defensores con Miguel Riffo en la función de libero; Cristián Alvarez y Waldo Ponce como stoppers; en el puesto de volantes mixtos estará Arturo Vidal, Manuel Iturra y Marco Estrada; en la zona de enlace utilizará a Matías Fernández; como aleros o winners externos veremos a Eduardo Rubio por el sector derecho y a Mark Gonzalez por el izquierdo; y como centrodelantero estaría Humberto Suazo.
Pero esta oncena puede modificarse de aquí al sábado, ya que también se trabaja con una alternativa en donde Hugo Droguett y Gonzalo Fierro son las opciones para las bandas del medioterreno, mientras Marcelo Salas sería el ariete de área.
Lo que se puede empezar a esforzar con esta posible formación, es que Bielsa está imaginando el equipo que ofrecerá Alfio Basile, donde ve como líderes a Juan Ramón Riquelme en el mediocampo y a Lionel Messi en la delantera. Por lo mismo, los diferentes movimientos que se han trabajado están basados en contrarrestar el juego de ambos futbolistas.
Según el seleccionado Waldo Ponce, se ha esbozado la posible oncena que presentaría Argentina donde Riquelme y Messi están entre ellos. “Si bien lleva algún tiempo sin jugar, Riquelme, (desde la final de la Copa América en julio pasado), no va a dejar de correr o de meter porque viene de una pana”. En el caso de Messi, advierte que él juega muy abierto ocupando preferentemente el sector derecho, por lo cual “hemos trabajado con un central o con un medio que debe llegar a cerrar nuestra defensa por ese costado”.
Factor Riquelme-Messi

Pero basar nuestra oncena o el juego, dependiendo de que sí Riquelme o Messi jueguen el sábado, especialmente este último, es como decir que no hay mucha claridad en la forma de enfrentar a la albiceleste, y espero que esta idea sea algo circunstancial y Bielsa no tenga pensado realizar una marca personal sobre ambos jugadores.
Es cierto que ambos son una pieza fundamental en el andamiaje del cuadro argentino y serán con toda seguridad, el foco desde el cual los periodistas trasandinos intentarán fortalecer su sólida esperanza de triunfo, pero es un error pensar que el resultado pasará sólo por ellos, ya que, a pesar de que tienen un buen juego individual, igual necesitan del brillo colectivo. Por ejemplo Messi, su gracia tiene que ver más con su capacidad de leer la estrategia general de su equipo para engancharse en ella, en cambio Riquelme, que es el gran creador de la albiceleste, necesita el trabajo colectivo de su escuadra.
Entonces ¿qué hay que hacer para impedir su juego? Va hacer necesario crear un circuito futbolístico que impida que reciban el balón con libertad, ya que ambos poseen una gran visión periférica y para que Messi no pueda realizar la diagonal que lo traslada desde la derecha hacia el centro del área rival.
Suena fácil, pero es complicado de ejecutar, porque la misión requiere que varias piezas de la Roja se coordinen a la perfección.
Es necesario para aplicar este plan, que los winners y el enganche, al no tener el balón en su poder, tapen la salida de los zagueros externos y el volante central que son los abastecedores del contragolpe argentino, para obligarlos a la entrega rápida y poco prolija del balón. Con esto se logra que tanto Riquelme como Messi no se sientan cómodos en su juego, especialmente este último, que casi nunca asume dentro de su plan la búsqueda de la pelota cerca de su área.
En el caso de que este plan no resulte y logren pasar esta primera barrera defensiva, entra a batallar el resto del equipo con el objetivo de recuperar rápidamente el balón. Por lo cual es necesario que exista movilidad tanto en el mediocampo como en la parte defensiva, especialmente en este sector, ya que el rosarino Messi con su habilidad puede quebrar cualquier muralla o conseguir una infracción cerca de la valla enemiga. Con estos movimientos, se le obliga a cambiar de perfil y a recorrer metros hacia el costado o hacia atrás, donde a lo más encontrará una posibilidad de centro, disminuyendo así el ataque trasandino.
Es obvio que Argentina no sólo se basa en el talento de Riquelme y Messi, sino que también existe un juego colectivo y posee otras variantes de ataque. Pero al cortar este circuito, el equipo albiceleste no será el mismo y empezará a perder trascendencia y a sembrar dudas.
Pudiendo lograr algo de ésto, creo que nuestra querida Roja podría obtener un glorioso e importante resultado en el Monumental de Núñez, para así comenzar de buena manera la clasificatoria sudamericana a Sudáfrica 2010. Así que habrá que esperar hasta el sábado, para saber cómo le fue a Chile en su expedición en el país trasandino.
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