miércoles, 26 de septiembre de 2007

Caída libre de los ídolos

Con tristeza y desazón observamos, a través de la caja maldita, como Fernando González caía derrotado en su segundo partido de singles, dando por terminada la confrontación por Copa Davis ante el cuadro de Israel.
Nuestra permanencia en el Grupo Mundial del tenis se acabó. Con un marcador irremontable de 3 puntos a 1, que se transformó al término del día en un 3 a 2 a favor del cuadro israelí, se trucaron las esperanzas chilenas de alcanzar la tan ansiada ensaladera de plata.
Por lo anterior, el próximo año, el equipo chileno tendrá que disputar la Copa Davis en la Zona Americana Uno (una especie de segunda división, pero regionalizada), con el único objetivo de lograr uno de los cupos del repechaje que nos permita volver a la elite del deporte blanco para el año 2009.
La imagen final de ese juego mostró a Mano de Piedra luchando no sólo contra el jugador israelí Dudi Sela (105 ATP), sino que también contra el público local y los espantosos y erráticos cobros de los jueces de línea. Pero sobre todo, peleó contra sí mismo y sus limitaciones físicas que mermaron sus capacidades tenísticas y psicológicas.
A pesar de la fea imagen que proyectaba, y de estar al borde del colapso, González igual trató de superar las dificultades que se le presentaban. Con el objetivo de ganar, para darle la posibilidad a Nicolás Massú de definir la confrontación en el último punto en disputa (ante el local Noam Okun), el Feña luchó de la mejor forma que pudo; pero dicha posibilidad, como todos conocemos, lamentablemente no se dio.
Las razones de esta desagradable catástrofe para el tenis nacional, ocurrida en Tel Aviv, no comienzan con la derrota de Mano de Piedra y del Nico frente al crecidísimo Sela, ni con la caída del equipo de dobles el pasado viernes en el marco del mismo enfrentamiento. Se inicia el mes de Febrero de este año, cuando se enfrentó en calidad de local (La Serena) al equipo ruso, que adolecía de sus mejores exponentes (sólo estaba el ex top ten Marat Safín), y no se logró vencerlos.
De hecho la suerte hasta ese instante era completamente favorable a los nacionales. Se tenía el mejor sorteo posible en el Grupo Mundial, de haberle ganado a Rusia se tenía la opción de haber llegado a la final sin moverse de casa. Las siguientes tres series de enfrentamientos serían en calidad de local; algo nunca soñado por nuestros representantes.
Pero como ya sabes, esta magnifica oportunidad se perdió. A pesar de tener todo para ganar la serie. Se jugaba de local, con un equipo ruso disminuido (de hecho a la Cuarta Región llegaron como titulares los números cuatro, Safín y el ocho, Tursonov del equipo campeón del 2006), con González llegando recientemente a la final del Abierto de Australia y metido entre los cinco primeros del ranking (estaba pasando por el mejor momento tenístico de su carrera), con un Massú incentivado y el aliento de un público incondicional.
Con estos antecedentes sólo se pedía que Nicolás Massú mantuviera un nivel aceptable para que se fueran pasando las rondas y Chile se acercara al sueño de volver a jugar una hipotética final contra Estados Unidos, que habría sido en suelo nacional. Pero ¿qué pasó con esta ocasión histórica?. Pasó lo de siempre, Chile no sólo no pasó la primera ronda, sino que ni siquiera fue capaz de mantener la categoría.
Esta incursión a Israel, reafirmó que nuestro querido país no tiene un equipo, sino que posee un jugador de elite como es González y un tenista de aceptable nivel, como lo es Massú (aunque algo de peso le puede hacer en la actualidad Paul Capdeville). Con estas dos figuras no alcanza para una contienda de cinco partidos en tres días y con un promedio de juego de cuatro horas.
Para mantenerse en el Grupo Mundial del deporte blanco hay que tener un equipo de tenis, no dos jugadores de aceptable nivel. Esto juega un rol importante y primordial en la Copa Davis. Para muestra un botón, Roger Federer vive lo mismo cada año con Suiza. El mejor tenista del mundo en la actualidad, que pasó varios años sin jugar por su país, porque no tenía nadie que lo secundara y el desgaste que tendría que haber realizado habría sido estéril, aún no logra réditos en ésta competición. Suiza, aún contando con el Nº 1 de la ATP, acaba de perder el repechaje del Grupo Mundial con República Checa, al igual que Chile con Israel.
En resumen, la perdida de categoría se debió a que no sé aprovecharon las oportunidades que se dieron. No sólo por no aprovechar la oportunidad de ganar los partidos con Israel, sino por desperdiciar la opción de haber ganado la serie que se jugó de local el pasado mes de febrero. Por el mal nivel de competencia que presentaba la mitad del equipo chileno y el agotamiento físico de los dos baluartes del conjunto chileno se perdió. Pero más que eso, se perdió por no saber planificar bien y por no ser un “equipo” de verdad.
Por lo visto, el próximo año debemos acostumbrarnos a ver al equipo chileno enfrentando a las “potencias de América en el tenis”: Brasil, Canadá, México, Colombia y Uruguay, que poseen jugadores con ranking inferior al puesto 70 de la ATP.
Ante esto, Feña González comentó al El Mercurio “es una pena bajar, porque en 2008 vamos a tener que jugar el Grupo Americano. No tengo duda de que vamos a subir, (...) pero ya está, el tenis es así, uno gana, pierde y obviamente las derrotas traen cosas no tan buenas, pero es así. Vamos a perder un año, pero no tengo duda que en el 2008 vamos a subir de nuevo”. Esperamos que sea así, por los fanáticos del deporte blanco y por Chile.

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